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VivaAerobus podría rescatar a Interjet y fusionarse en una sola aerolínea

La insolvencia de Interjet, que la llevaría más rápido de lo que se cree a su quiebra, ya está en la agenda de la 4T por el impacto que pudiera tener en la ya de por sí alicaída actividad económica.

La familia Alemán ha buscado por varios lados alternativas para capitalizar la aerolínea, desde la venta del control a un grupo empresarial mexicano, hasta una sociedad con una línea extranjera.

Miguel Alemán Velasco utilizó su cercanía con Andrés Manuel López Obrador para poner el tema en la mesa y el presidente ha prometido facilitarles el camino, sin que ello implique un rescate.

El plan desde hace varias semanas se trabaja y consiste en fusionar Interjet con VivaAerobús. Los Alemán encontraron en Roberto Alcántara una posible salida a sus problemas.

Contrataron como asesor a la firma de banca de inversión Alfaro, Dávila y Scherer, de Isauro Alfaro, Ricardo Dávila y Pedro Scherer, este último, hermano del Consejero Jurídico de la Presidencia.

Estamos ante una compleja operación financiera con alto perfil político, porque la desaparición de Interjet implicaría un fuerte golpe para la economía del país. A López Obrador no le conviene la quiebra.

Los Alemán y los Alcántara creen que podría crearse una empresa controladora, en la que los primeros sean los socios minoritarios y deleguen a los segundos toda la operación.

Los Alcántara han demostrado con VivaAerobús un manejo disciplinado, eficiente y rentable, caso contrario de Interjet, donde el modelo de negocio y operación están colapsando.

De lograrse la fusión, los Alemán mantendrían el fronting del nuevo grupo con el gobierno, dado que los Alcántara no solo no tienen vasos comunicantes con la 4T, sino que no son bien vistos.

El esquema propuesto por los Alemán vaya a usted a saber si logre prosperar, pero es atractivo para Alcántara, con acceso a capital y uno de los empresarios favoritos de Enrique Peña Nieto.

Pero lo que sí es un hecho es que puede ser la última llamada para Interjet y los Alemán, que no logran encontrar una salida a su crisis financiera.

La cuenta regresiva está activada: sigue sin resolverse el pasivo de mil 350 millones de pesos con el SAT, deben mil 193 millones al Instituto Nacional de Migración y más de 120 millones al Seneam.

Y a los grupos aeroportuarios, léase Asur de Fernando Chico, GAP de Laura Diez Barroso y OMA de Diego Quintana, les pagan con retrasos los diferentes servicios que le prestan.

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