Nueva cepa de Covid-19 desquicia al transporte de carga
Las restricciones por la detección de nueva variante del Covid-19 en Reino Unido han comenzado a generar graves afectaciones en el movimiento de carga y de personas.
El sábado pasado Reino Unido dio a conocer una investigación que detallaba una nueva cepa del coronavirus en etapa inicial.
Si bien aún se desconoce su letalidad, el estudio refiere “estar propagándose más rápidamente que la versión original”.
Ante la situación, Londres endureció las restricciones a fin de frenar la propagación del virus.
Más de 30 países como Alemania, Italia, Francia, Irlanda, Argentina y Chile
han cortado sus conexiones con Reino Unido.
El domingo pasado, Francia prohibió la entrada por 48 horas a todos los camiones y conductores que ingresen desde el Reino Unido.
De acuerdo con la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), esto pone en riesgo hasta el 85% de todas las importaciones del Reino Unido desde la Unión Europea (UE), y corta toda la cadena de suministro a Irlanda.
“La actual acción francesa no tiene sentido y solo empeorará las cosas en un periodo ya incierto debido a la inminente transición del Brexit”, indicó Umberto de Pretto, secretario general de IRU.
Esta restricción interrumpió los servicios de transporte a través del canal de la Mancha, específicamente entre Dover y Calais, donde cerca de 10 mil camiones tienen demoras significativas debido al almacenamiento previo a la entrada en vigor del Brexit.
Organizaciones de transporte por carretera solicitaron a los gobiernos de Francia, Reino Unido y otros que mantengan las fronteras abiertas y pidieron eximir de la restricción a los camiones y operadores de carga.
Largas filas, desabasto y demás…
Las kilométricas filas han desquiciado los accesos en Francia y Reino Unido. Los operadores se enfrentan a la falta de alimentos, agua, baños y servicios médicos adecuados.
Al respecto, se prevé que cerca de 7 mil camiones se resguarden en el aeropuerto de Kent, el cual permanece temporalmente cerrado.
Las principales afectaciones de abastecimiento se dieron en productos frescos como mariscos y en otros sectores como el de autopartes, en cuyo puerto de Dover se trasladan más de un millón de piezas.
Según expertos, el desabasto se acentuará aún más durante los siguientes días, ya que si bien las mercancías pueden ingresar desde Francia, los transportistas no tienen certeza sobre el retorno de las unidades.
“Pocas empresas de transporte estarán dispuestas a enviar camiones y conductores a Reino Unido sin una garantía de que puedan regresar a la UE de manera oportuna”, aseguró la Asociación de Minoristas Británicos.
Se espera que el gobierno de Francia imponga en las próximas horas algunos cambios a nivel europeo que permitan el tráfico libre con el Reino Unido.
