“Hay que cambiar las creencias”. Esta es la historia de Luz de Luna Clara, la operadora de carga más famosa de México

Clara Fragoso o Luz de Luna Clara como se le conoce por su 10-28(sobrenombre) se convirtió en operadora por necesidad; en una agencia aduanal se dio cuenta de lo que significaba el transporte.

Tras un divorcio y su imperiosa pasión por el trabajo, Clara se enamoró de inmediato de la industria, a pesar de no tener ninguna relación previa con el autotransporte.

Tomó un curso de 3 meses y tardó casi un año en conseguir su primer trabajo como operadora de tractocamión. Su primer trabajo la hizo mudarse de Nuevo Laredo a la CDMX, ya que la empresa de transporte era de los pocas que ofrecía una escuela como capacitación.

Hoy trabaja en Super Transporte Internacional (STI) y es una de las operadoras más famosas de México.

En Transpodcast, el podcast de Transporte.mx, Clara señaló que la adaptación a su nueva labor fue difícil al principio, ya que se tiene la falsa percepción de que los operadores solo deben ser hombres rudos y poco comunicativos.

“Al trabajo se le ha etiquetado de que cómo eres trailero, debes desvelarte, drogarte, tener novias, etc., muchas cosas que no son necesarias y que si trabajáramos en nuestras emociones habría mejores los resultados”, señala.

Pasar de ser ama de casa a operadora fue un empoderamiento inmediato para Clara, esto al tener la tranquilidad y paz de manejar (literalmente) su vida mediante horas de conducción a través de un full y de materiales peligrosos.

¿Cuáles son sus miedos?

Clara no tiene miedo de conducir un camión, lo ve como una oportunidad. No obstante, su miedo se enfoca a la inseguridad imperante en México, pero no lo ve como un freno en su labor, sino como una prevención para arremangarse la camisa y seguir adelante.

“Siempre he buscado que la empresa donde trabaje me dé las garantías para salir trabajar, con el equipo, con el monitoreo, que estén al pendiente de mí y de la carga que llevo”.

Clara indica que sí se detiene en las famosas cachimbas (restaurantes a la orilla de la carretera), aunque ha ido identificando cuáles son las más completas y seguras.

“Por temas de seguridad, no soy mucho de bajarme salvo a lo básico, ya que hay de cuidarse de manera extrema”.

Esto se debe a que hace poco más de 4 años, Clara sufrió un asalto a bordo de una patrulla clonada de la GN. Los delincuentes se llevaron la unidad y la dejaron sola en el monte por poco más de 4 horas. Más adelante, buscó ayuda en una cachimba que encontró en la carretera y fue rescatada por unos elementos policiacos.

Su futuro

En ese sentido, Luz de Luna señala que, a diferencia de México, en Estados Unidos se ve un mucho mayor número de operadoras en el camino. Desde su perspectiva, la mala cultura es lo que imposibilita que las mujeres se desarrollen más en el autotransporte en nuestro país.

A la par, el tramitar la licencia federal y llevar a cabo el examen médico ha sido complicado durante los últimos años tanto para mujeres como para hombres, esto debido a la burocracia y corrupción que existe en el país, especialmente para aprobar los temas físicos y de salud.

“Hay muchos que quieren ser operadores, pero este tipo de prácticas hacen que ya no lo sean”, indica.

Toda esta experiencia adquirida, ha hecho que la 10-28 motive a las demás operadoras a través de pláticas y conferencias.

“Las mujeres tenemos capacidad de hacer muchas cosas, es nada más cambiar las creencias, empoderarnos y tomar el control de nuestra vida y decir yo también quiero hacer y lo voy a hacer”, indicó.

Por último, Clara se ve de aquí a 10 años ayudando a mujeres con problemas económicos y emocionales para que se incorporen al sector del transporte en México.

Foto Álvaro Álvarez