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Tras accidente ferroviario, hay debate sobre la infraestructura de transporte en EUA

Habían pasado apenas unas horas del apagón que paralizó el aeropuerto de Atlanta, el más movido del mundo, cuando un tren se descarriló en el estado de Washington y volvió a surgir la pregunta sobre el estado de la infraestructura en Estados Unidos.

Al menos tres personas murieron y una centena resultó herida cuando un tren de pasajeros perdió el control el lunes cerca de la ciudad de Tacoma (noroeste), casi todos sus vagones salieron de los rieles y dos de ellos cayeron sobre una transitada autopista.

El accidente es “otro motivo para que comencemos inmediatamente a arreglar la infraestructura de Estados Unidos”, dijo el presidente Donald Trump en un acto oficial sobre seguridad nacional.

“Siete billones de dólares gastados en el Medio Oriente mientras nuestras calles, puentes, túneles, vías férreas (y más) se desmorona. No por mucho más”, escribió antes en Twitter.

El aeropuerto de Atlanta volvía a la normalidad este martes después del caos provocado por 11 horas sin luz el pasado domingo, que llevó a la cancelación de cientos de vuelos en una de las temporadas más movidas del año.

La empresa eléctrica Georgia Power dijo el lunes que estaba investigando esta interrupción “muy extraña”, que se cree que pudo haber sido originada por un fallo en una instalación subterránea que causó un incendio.

“Durante muchos años, simplemente, no se ha invertido suficiente dinero en infraestructura básica”, indicó Jacob Kirkegaard, investigador del Peterson Institute for International Economics. Y estos eventos “ilustran una acelerada disminución de la infraestructura pública de Estados Unidos: autopistas, puentes, túneles, puertos, vías férreas, que no han recibido suficiente inversión durante décadas”.

El desmoronamiento de la infraestructura de Estados Unidos va mucho más allá de la doble debacle de las últimas horas. A lo largo de los años, puentes han fallado, sistemas de tratamiento de agua están obsoletos, ha habido otros accidentes de trenes trágicos y los sistemas de metro en Nueva York y Washington están en decadencia.

Desde 1998, la Sociedad de ingenieros civiles de Estados Unidos (ASCE) califica los sistemas del país con una D, que en el sistema estadounidense es la letra que viene antes de la F, y que equivale a un 60-69 en una escala de 100.

El Fondo Monetario Internacional ha exhortado a incrementar la inversión en infraestructura como una forma, además, de crear empleos y dar oxígeno a la capacidad productiva de la economía.

– Tema de campaña –

El estado de las carreteras, aeropuertos y puentes fue un tema recurrente en la campaña del presidente Trump.

“Vamos a reconstruir nuestra infraestructura” y “vamos a poner a millones de nuestros ciudadanos a reconstruirla”, dijo en el discurso tras su victoria en noviembre 2016.

Medios estadounidenses han reportado que Trump podría finalmente revelar su tan esperado plan de infraestructuras a comienzos del próximo año, una cuestión considerada una prioridad por el exasesor de la Casa Blanca, Steve Bannon, que renunció en agosto.

Sin embargo, hasta ahora se ha visto poca actividad en esta materia.

Kirkegaard es escéptico sobre si Trump podrá cumplir con ese plan, en parte por el efecto que tendrá el masivo corte fiscal que podría pasar en los próximos días y que no incluye fondos para infraestructura.

“¿Qué ha pasado desde enero? Nada”, resaltó Bannon.

El gobierno ha propuesto que los créditos fiscales sean usados como incentivo para inversores privados en infraestructura, pero los expertos dudan que funcione.

La ASCE advirtió que la infraestructura aeroportuaria no crece al mismo ritmo que el número de usuarios, y ve una brecha de financiación de 42.000 millones de dólares para la próxima década.

El grupo advirtió que 24 de los 30 aeropuertos más importantes del país experimentarán muy pronto un “tráfico elevado de Acción de Gracias” -un feriado conocido por alto volumen- al menos un día a la semana, y que más del 40% de la infraestructura de buses y trenes están en estado “marginal o condición pobre”.

“El deterioro de la infraestructura impide nuestra capacidad de competir en la próspera economía mundial, y son necesarias mejoras para garantizar que nuestro país esté listo para el futuro”, insistió la ASCE.

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