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Pemex pierde 30,000 millones de pesos por robo de combustible

Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene una pérdida económica de 30,000 millones de pesos anuales por robo de combustible a sus ductos, explicó el director general de la empresa, Carlos Treviño Medina, quien aseguró que antes de que concluya el año licitarán por lo menos siete clústers de campos petroleros y los campos Ayin Batsil, en aguas someras, y Nobilis Maximino, en aguas profundas, con la recomendación de que la siguiente administración continúe utilizando las herramientas de la reforma energética para mejorar las finanzas de la empresa.

En conferencia de prensa conjunta con el vocero de la presidencia, Eduardo Sánchez, en la residencia oficial de Los Pinos, Treviño Medina aseguró que la estrategia de combate al robo de combustibles ha logrado la detención y presentación al Ministerio Público de casi 2,500 personas, de las cuales se sigue un proceso judicial a alrededor del 2% únicamente.

“Quiero ser enfático en esto: Pemex es una víctima de estos flagelos”, aseguró y explicó que si a todos los que se les inicia un proceso concluyeran en la cárcel, se combatiría de manera más expedita este ilícito.

Por lo pronto, Pemex realiza acciones como el uso intermitente de sus ductos sustituyendo transporte de hidrocarburos por pipas que en ocasiones van escoltadas; también se han cerrado casi 100 estaciones de servicio sospechosas de vender combustible robado en todo el país; la estatal ha despedido y consignado a las autoridades a cerca de 100 empleados por sospecha o evidencia de que han facilitado información o procesos en materia de robo; se han asegurado 6,600 vehículos propiedad de presuntos delincuentes, y hay poco 14 millones de litros de combustible recuperado.

En cuanto a la ubicación de las tomas clandestinas, detalló que son los estados con más ductos en su territorio los que más sufren de incidentes, principalmente en los valles donde físicamente es más sencillo el robo, principalmente en el centro del país, en Puebla, Hidalgo, Guanajuato y otros como Veracruz, Estado de México, Tamaulipas, Tlaxcala, Michoacán y Jalisco.

“Hay que mencionar que, aunque encontremos muchas tomas clandestinas y eso en sí es malo, en el contexto no es tan malo porque significa que contamos con apoyo local o de la ciudadanía para denunciarlos”, dijo.

Fuente El economista

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