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Llantas, cuando cambiarlas, cuales comprar y como cuidarlas

Lo hemos dicho en estas páginas muchas veces: todos los elementos del automóvil son importantes, pero las llantas son quizá uno de los más relevantes, pues son los únicos puntos de contacto que tiene el vehículo con el piso, razón por la cual debemos siempre estar muy  atentos a ellos.

Cuando compramos nuestro coche, tiene un juego nuevo de fábrica, pero en algún momento de su vida útil tendremos que reemplazarlos, ya sea por desgaste natural o bien, por daños en su estructura, por ello es importante que sepas bien cómo comprar un juego nuevo y aquí te presentamos una pequeña guía.

A) Antes que nada, debes conocer la medida de la llanta y el diámetro del rin, estos datos vienen estampados en la cara lateral del neumático.

Así que primero Tenemos que aprender a leer una llanta:

1.- Medida de la banda de rodamiento en milímetros (20.5 centímetros).

2.- Porcentaje de altura de la cara de la llanta, tomando como base el ancho de la banda de rodamiento (55% de 20.5 cms = 11.2 centímetros).

3.- Construcción de la llanta (Radial).

4.- Diámetro interior de la llanta en pulgadas.

5.- Índice de carga, indica el peso máximo que soporta el neumático.

6.- Índice de velocidad, indica la velocidad máxima para la que está diseñada.

7.- Código UTQG (Uniform Tire Quality Grading).

Incorpora tres datos:

Treadwear: Es la dureza de la goma de la banda de rodamiento, mientras más alto sea el número, más tiempo durará el neumático, pero también tendrá menos adherencia pues la goma es más dura.

Traction: Indica el nivel de adherencia (tracción) que tiene la llanta, los AA son los que tienen mejor adherencia, normalmente se indica con A, B o C.

Temperature: Indica la capacidad del neumático para disipar el calor que se genera con el rodamiento y su resistencia a la temperatura, se clasifican en A, B o C, A es la más alta y de ahí para abajo.

8.- Presión Máxima (indicada en PSI -libras por pulgada cuadrada-).

9.- Índice DOT, los primeros códigos son internos del fabricante y al final aparece la fecha de fabricación indicando la semana y el año (semana 50 del 2008).

10.- Límite de carga, indicado en libras o kilogramos.

11.- Marca del fabricante.

B) Revisa el estado

Si los vas a cambiar por desgaste, generalmente los neumáticos que no reciben la tracción del motor, se mantienen en mejor estado que los dos que sí, así que toma una moneda de cinco pesos e introdúcela en los surcos de la banda de rodamiento, si la parte plateada desaparece fácilmente dentro de éstos, significa que esos neumáticos están en buen estado y probablemente sólo deberas reemplazar dos en lugar de cuatro.

C) La hora de comprar

Una vez que sabes las medidas y has revisado el estado, es momento de ir a la tienda. Recuerda que lo más recomendable es mantener la misma marca que traía tu automóvil desde nuevo (salvo que no se vendan en nuestro país), pues por algo el fabricante eligió colocarlos, además, siempre acude a un centro autorizado de venta de la marca de la llanta, para tener asesoría profesional y garantía en el trabajo de montado, alienación, balanceo y el mismo neumático.

Muchas veces la alineación y el balanceo se cobran extra, así que mejor pregunta los precios antes de decir sí a todo y recuerda, ellos están ahí para asesorarte. También pide que te indiquen la presión correcta a la que deben ir inflados.

Siempre compra neumáticos de marcas reconocidas y sí, el precio va en relación a la calidad y tecnología de la llanta, pero es tu vida, o la de alguien que quieres, la que va de por medio en esta decisión, así que no busques ahorrar unos pesos a costa de la seguridad.

D) Cómo debo cuidarlos

Una vez que has realizado el cambio, existen algunos pequeños cuidados que debes tener para alargar la vida útil de tus llantas nuevas:

Inflado: Revisa al menos una vez cada 15 días que la presión de las llantas sea la correcta, con ello cuidas la estructura del neumático y además, reduces el consumo de gasolina.

Rotación: Si compraste las cuatro llantas nuevas, es importante que cada 10,000 kilómetros vayas a que las roten, es decir, pasarán las del eje delantero al trasero y viceversa, para buscar que tengan un desgaste parejo en su vida útil.

Se debe hacer en X es decir, el delantero derecho con el trasero izquiero y el delantero izquierdo con el trasero derecho. En caso de que tengamos neumáticos direccionales (que por su dibujo sólo pueden rodar en una dirección), debemos dejarlos del mismo lado del vehículo y sólo pasarlas del eje delantero al trasero y viceversa.

Manejo: Cuando circules por la ciudad sé cuidadoso con los topes, baches y banquetas, pues si bien esos pequeños golpes puede que no causen una pinchadura, sí podrían dejar daños estructurales en los neumáticos (chipotes) que pueden terminar en un accidente por una llanta rota a alta velocidad.

Tómalo en cuenta

-Es importante que no realices cambios en el diámetro de los rines o el ancho de los neumáticos, pues ello deriva en un cambio total de la dinámica del automóvil, tanto de frenado, como de aceleración y consumo de gasolina. Si quieres hacerlo acércate siempre a un experto de la marca para que te asesore.

-El inflado con nitrógeno es una práctica común, sobre todo en neumáticos de gama alta, se utiliza por que este gas tiene moléculas más grandes que las del aire y es más difícil que se escapen por la válvula de inflado, además que tiene mayor resistencia al calentamiento (y a expandirse) cuando circulamos a alta velocidad.

Si vas a inflar tus llantas con nitrógeno, es muy importante que te cerciores que en el lugar en el que lo realizarán tiene una cámara de vacío, pues antes de rellenarlos deben quedar completamente vacíos, si no, sólo estarás tirando dinero a la basura.

-El dibujo de la llanta sirve para que el neumático drene el agua entre éste y el pavimento cuando llueve, si su altura no es la correcta, no podrá desalojar esa agua y perderá adherencia, lo que puede desencadenar una pérdida de control y que no pueda frenar al auto.

Fuente Excélsior

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