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La rapiña en Tabasco

Pérdidas anuales cercanas a los 30 millones de pesos dejan los actos de rapiña que tienen lugar en las carreteras del estado de Tabasco.

Esta cifra se refiere sólo al golpe que esto representa para el sector transportista formal al ver “desaparecer” la mercancía que transportaba y que no llegó a su destino porque la unidad en la que viajaba tuvo la mala fortuna de sufrir un percance automovilístico.

Sin embargo, estos actos de rapiña lesionan también a otros sectores como el asegurador, que es el que tiene que responder por la mercancía y la unidad que se pierden, aunque esto es un proceso más largo y que las agencias de seguros y fianzas no tienen contabilizado.

Sólo el año pasado se contabilizaron 19 casos donde comunidades enteras vaciaron la carga de las unidades de transporte que habían sufrido un accidente en carreteras. A un mes de concluir este año, se llevaban unos 15 casos.

De acuerdo a la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR), las pérdidas que sufren en promedio las unidades por cada siniestro de esta naturaleza son del orden de un millón 500 mil pesos.

Aunque esto varía dependiendo del tipo de carga, que puede ser de cualquier tipo de mercancía, desde abarrotes, perecederos, agua en garrafón, refrescos embotellados, pollos y gallinas, cervezas., hasta lotes de ganado, que son de los más aprovechados por los lugareños, al grado de llegar a destazar las reses en el mismo lugar del incidente y repartirse la carne con la que aliviarán varios días de comida.

De los casos más recientes se tiene precisamente el de un camión que transportaba ganado y que se salió de la carretera Villahermosa a Cárdenas.

No obstante, aunque estos incidentes en la mayoría de los casos son fortuitos, hay algunas zonas del estado consideradas como riesgosas, porque además de la necesidad de la población, se han enraizado conductas delictivas, por lo que en ocasiones los percances llegan a ser provocados para que las unidades detengan su paso y poder atracarlas. 

Tal es el caso del tramo de La Venta-Huimanguillo, en la comunidad conocida como Palo Mulato, en donde se tiene conocimiento que la gente arroja piedras y otros proyectiles a la cinta asfáltica para propiciar un percance.

En el 2018, la Policía Federal en Tabasco registró un total de 19 casos de “rapiña” en las carreteras federales Villahermosa-Cárdenas y Cárdenas La Venta, aunque se descartó que los accidentes de las unidades de carga fueran provocados por pobladores de comunidades a orillas de la vía de comunicación.

Sin embargo, desafortunadamente en estos casos no se dan detenciones de personas relacionadas con esta actividad, lo cual en gran medida se debe a que las empresas no dan seguimiento al asunto, porque sus mercancías están aseguradas.

Por lo general esos productos procedentes de la “rapiña” o son consumidos por las mismas personas o se venden en tiendas localizadas en localidades que se ubican a la orilla de la carretera.

En ese sentido, el presidente de la Canacar en la entidad, Leonel Álvarez Cid, consideró que en promedio cada rapiña que se registra en Tabasco deja pérdidas superiores al millón y medio de pesos para el transportista, quienes son los encargados de responderle al cliente por la mercancía que trasladan.

Otro caso sonado recientemente fue la volcadura de un tráiler que transportaba cervezas en la carretera Villahermosa-Macuspana, lo cual derivó en rapiña de pobladores cercanos y de automovilistas que fueron testigos del accidente.

Cabe señalar que otro de los sectores afectados por este fenómeno es el asegurador, cuyas empresas tienen que responder tanto por la unidad como por la mercancía en caso de que esta cuente con póliza que garantice su protección.

De acuerdo a la presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Seguros y Fianzas (AMASFAC) en Tabasco, Rosa Maria Cacep Rodríguez, esto golpea a las aseguradoras aunque dijo desconocer el monto de recursos que erogan en cada incidente.

Consideró que se trata de una falta de cultura evidente por parte de la población, y ante esto las empresas aseguradoras tienen que responder cuando se desaparece la totalidad de la mercancía que era transportada, de modo que después de un accidente se declara pérdida total. Indicó que las aseguradoras funcionan con la medición de un riesgo, ya que en este caso, se establece el costo de las pólizas para el traslado de mercancía de un lugar a otro.

Fuente HERALDO

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