La frontera olvidada; disminuyen cruces de carga con Guatemala y Belice
Seguramente lo primero que se te viene a la mente al escuchar la palabra ‘frontera,’ es Tijuana, San Diego o cualquier estado limítrofe entre México y EU. No obstante, el autotransporte de carga también tiene injerencia en el sur del país.
Si bien su relevancia es mucho menor que la del norte (su participación es de menos del 2%), cientos de transportistas de México y Centroamérica ven una oportunidad para trasladar sus productos a través de una frontera que supera los 1,000 kilómetros.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria, SAT, son dos las aduanas terrestres en el sur de México para el autotransporte de carga: Ciudad Hidalgo en Chiapas (frontera con Guatemala) y Subteniente López en Q. Roo (frontera con Belice).
Debido a la crisis sanitaria por el Covid-19, el número de cruces para el autotransporte en ambas aduanas cayó dramáticamente al situarse en 8,933, contra los 9,453 de abril y los 11,772 de marzo. En el acumulado de enero a mayo, la cifra es de apenas 52,655 cruces.
Del total de traslados, 42,240 fueron para exportación, y 10,235 para importación. Entre las mercancías que más se exportan están materiales de construcción, electrodomésticos y plástico, mientras que piezas automotrices, jabones y detergentes son los elementos que más se importan.
Cabe aclarar que Belice cerró su frontera con México en marzo pasado (incluyendo el área libre de Corozal que colinda con Q. Roo), exceptuando al transporte de carga.
Ilegalidad y abandono: Esto es lo que ven los operadores en frontera sur
Ciudad Hidalgo es la aduana con mayor flujo de camiones, más de la mitad tiene como destino Guatemala, aunque el resto se dirige a otros países como Costa Rica, Honduras o El Salvador.
Sin embargo, la ilegalidad en el transporte de mercancías se da justo por debajo del puente fronterizo, en el río Suchiate, ahí los llamados ‘cargadores’ cruzan el río a pie para transportar productos desde Guatemala y venderla en México (y viceversa).
“Aquí lo que abunda son los cruces y descargas ilegales de mercancías, es un ‘modus vivendi’ de la población. En los últimos años sí ha habido más vigilancia y redadas, sobre todo en los trenes de carga”, nos refiere Armando, comerciante en Chiapas.
En la conurbación de Ciudad Hidalgo- Tecún Umán, se encuentran seis cruces informales por donde la mercancía transita entre ambos países.
De acuerdo con un estudio del Colegio de la Frontera Sur en Chiapas, los ‘comerciantes transfronterizos’ buscan a su cliente del lado de México para recibir en distintos tiempos la mercancía comprada que han de resguardar para su posterior tránsito y reventa en Guatemala.
No obstante, el miedo por contagiarse de Covid-19 ha provocado una severa disminución en estos pasos informales durante los últimos meses. “Está paralizada la población, no hay ningún balsero”, dijo a la agencia Efe, Sonia Eloina Hernández, presidenta municipal de Suchiate.
Según la organización de derechos humanos, WOLA, la vigilancia en los cruces en carretera ha aumentado desde 2015; se establecieron retenes en distintos puntos estratégicos, generalmente dentro de un radio de unos 80 km de la frontera sur. En caso de ser necesario, operadores deben descender del vehículo mientras ellos y sus unidades son inspeccionados.
