Abimael Aranda Portillo, director de desarrollo de mercado y portafolio de productos de Daimler Vehículos Comerciales México, dio a conocer durante la Expo Transporte ANPACT 2019, la sinergia entre Freightliner y la empresa Quimmco para la creación de un prototipo de vehículo eléctrico de reparto de última milla.

José Luis González, quien dirige el proyecto del uso de tecnologías alternas para la movilidad de Quimmco, dijo que las necesidades del último usuario en cuestión urbana, los llevó a crear este trabajo en conjunto, “nos dimos a la tarea de resolver esas necesidades y el resultado fue este vehículo de reparto última milla con rangos que se adaptan perfectamente bien a las necesidades de los clientes.

Se logró tener un vehículo eléctrico con una potencia de 200 kilowatts con un torque máximo de 2 mil newton/metros, alcanza una velocidad máxima de 100 kilómetros, no cuenta con transmisión, el acelerador responde a todas las velocidades de manera inmediata, tiene recuperación de frenado, cuando se deja de acelerar el vehículo regenera energía y se la envía a las baterías, “tecnología que autos ya tienen, es decir, la energía cinética la convierte en energía eléctrica; para carga el vehículo, se usa una toma de corriente de 220 volts y en 6 horas se carga con cargador tipo 2. El costo aproximado de la carga ronda los 120 pesos y se caminan 100 kilómetros”, dijo González.

La capacidad de las baterías es 63.5 kilowatts/hora, motor eléctrico de ultra mantenimiento, es decir, se le da mantenimiento cada 5 o 6 años, sólo revisiones visuales, tiene una autonomía de 120 kilómetros, que es muy útil para rutas urbanas, según dijo el experto.

Reduce los costos de mantenimiento, casi llega al 30% o 40% de ahorro, no contamina, y aunque es un vehículo concepto, estará a prueba con los clientes de Daimler.

Aranda agregó que todo esto se integra a la plataforma del modelo 715 del 360 que obedece a escuchar a los clientes que piden soluciones alternas. “Este es un parteaguas en el mercado mexicano porque tiene características especiales que los distinguen en el mercado de los vehículos comerciales eléctricos de reparto de la última milla”, destacó Aranda.

Se espera que las pruebas de este concepto estén concluidas a finales de este año, para que en 2020 haya noticias enfocadas a temas de comercialización.

Finalmente, el ingeniero Graciano Sánchez explicó que el proyecto se inició 4 años y se tomó más de un año recabar la información y uso de tecnologías alrededor del mundo para seleccionar los componentes que se tienen, los cuales son de última generación, pues la batería está compuesta de litio, fierro fosfato, que son las más adecuadas para el transporte de carga; el motor es de alto torque y muy bajas revoluciones por minuto, por eso es un lujo no contar con transmisión.

El manejo es tan fácil y cómodo como el de una unidad automática, puntualizó Sánchez.

Fuente Jornada