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¡Cuidado! Estas malas prácticas al cargar diésel aumentan su consumo hasta 40%

Rentabilidad y optimización de recursos son dos aspectos fundamentales para que una empresa de autotransporte se guie por un buen camino. En este aspecto, el rendimiento de diésel será prioritario para alcanzar niveles óptimos.

Antes de decirte la forma en que puedes ahorrar combustible, es importante señalar la manera en que se puede calcular su consumo ya que, en caso de que se estén efectuando malos hábitos de carga o manejo, puede traducirse en gastos innecesarios y pérdida de dinero para la empresa.

La forma más común de calcular el rendimiento de diésel es mediante la ecuación kilómetro por litro, es decir el número de km conducidos sobre los litros de diésel consumidos.

Una vez que llenaste el tanque, toma como referencia el kilometraje actual (o reinicia el odómetro), y compáralo con el final para obtener el gasto total. Recuerda que debes mantener una velocidad constante.

De acuerdo con empresas de rastreo satelital, una vez que se lleva a cabo lo anterior, se debe recargar combustible de nuevo: se llena el tanque, pero ahora tomando como referencia los litros que hacen falta para suplir por completo el vehículo de diésel.

Se toma de nuevo una cifra sobre los kilómetros recorridos para comparar el gasto entre diferentes tanques. Esto arrojará un número que debes comparar con una tabla de rendimiento para identificar si el rendimiento está contemplado en los parámetros normales, o si se está frente a una falla en el suministro interno o consumo de diésel.

Por otra parte, existen mecanismos digitales para monitorear el consumo de diésel, por ejemplo, en los tanques de los vehículos, apoyados por una red móvil celular como la Global System for Mobile (GSM), también empleada en los teléfonos celulares.

5 malos hábitos al cargar diésel

Es por ello que el ahorro de combustible cobra mayor relevancia. No obstante, existen varias prácticas erróneas que los conductores de camiones ejercen y provocan que gasten hasta 40% más de diésel. Algunas de ellas son:

1. Llenar el tanque por la tarde o noche

Lo mejor es hacerlo por la mañana (aunque esto suene a mito) y está relacionado con la temperatura y la densidad del combustible.

2. Bombear el combustible a una temperatura alta

Si bien la gasolina es más volátil que el diésel y necesita temperaturas muy bajas para congelarse, lo recomendable es que el diésel también se bombeé a temperaturas inferiores.

3. Llenar el tanque cuando está prácticamente vacío

De hecho, se recomienda cargar justo antes de que el medidor baje de la mitad para que el rendimiento sea mucho mejor.

4. Utilizar combustible diésel de baja calidad

De hacerlo, se puede comprometer el funcionamiento de elementos como el turbocompresor, los filtros de combustible, los inyectores y la bomba de alta presión. Recuerda que lo barato sale caro.

5. Llenar la unidad en una estación donde se haya rellenado los tanques de tierra

De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, ANPACT, se debe evitar suministrar en una estación donde recientemente se haya rellenado los tanques de tierra, ya que esto hace que la suciedad salga a la superficie y penetre en el tanque de combustible.

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