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Créditos para compra de autos siguen siendo caros

Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), urgió a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a plantear una reforma financiera de segunda generación con la que se potencialicen las ventas de autos en el país.

“En el sector automotriz hay una limitante en el otorgamiento del crédito al consumidor final; para incrementar las ventas de vehículos dedicados al consumo interno se requiere una mayor penetración financiera, competencia y menores tasas de interés”, aseveró.

En entrevista, Rosales reconoció que el financiamiento al que los usuarios pueden acceder al momento de comprar un vehículo es oneroso. Si bien las tasas se ubican en el orden de 12% -históricamente las más bajas-, no son las adecuadas.

Consideró que las tasas podrían disminuir con una reforma financiera de segunda generación en la que las tasas de interés disminuyan por lo menos a 10%, y en donde se incluyan otros mecanismos.

“Hasta el momento apenas se están recopilando las implicaciones y limitantes que frenan al sector, para después dar el gran paso”.

“Estamos intercambiando información con las financieras, los bancos, las armadoras, incluso con la Secretaría de Económia (SE), y lo que queremos en este año es avanzar con una propuesta que será del conocimiento de Hacienda y, en su caso, gestionarla en el Congreso”, adelantó.

Rosales reconoció que las ventas de autos en el país vienen de un franco retroceso desde la crisis del 2009, tanto en ventas como en el otorgamiento del crédito.

Pero no todo es alarmante. Aclaró que fue en el 2011 cuando se observó una lenta recuperación del crédito y en el 2014 se percibió un mejor dinamismo en el financiamiento.

El año pasado las ventas de vehículos en el país ascendieron a 1 millón 135,409 unidades, y de éstas se financió 60 por ciento.

Por el contrario, recordó, en el 2013 la relación del financiamiento fue de 50%, lo cual “quiere decir que sí hubo un incremento en el 2014”.

Sin embargo, con lo los estándares que prevalecen en los mercados maduros y los que están en vías de desarrollo, con los cuales podemos compararnos, como Chile o Brasil, “nos encontramos por debajo de nuestro potencial, lo ideal es vender 1 millón 800,000 unidades”.

“Nosotros tenemos como meta de corto plazo que la participación del financiamiento en las ventas se ubique en un nivel de 70%, con lo que se generarán condiciones para poder seguir creciendo”, confió.

“Obviamente, requerimos que exista una mayor competencia que haga posible que los costos del financiamiento sean mucho más competitivos, dado que son caros en términos del diferencial que existe entre la tasa activa y pasiva”, abundó.

Bancos pierden terreno

Datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores revelan que del total de unidades vendidas, en el 2014, 65.3% fue por medio de las financieras especializadas, 28% por los bancos y 6.7% por autofinanciamientos.

Llama la atención que al iniciar el año las instituciones financieras en el país han venido perdiendo terreno en el otorgamiento del crédito automotriz.

Muestra de ello es que en enero del 2015, las financieras especializadas remontaron a 67.3%, mientras que los bancos cayeron a 25.9%, y las empresas de autofinanciamiento, 6.8 por ciento.

A diciembre del 2014, las 10 instituciones financieras con mayor participación en el crédito automotriz representaron 83.8% del total del crédito otorgado por éstas.

La estructura está conformada por tres bancos, cinco financieras y dos empresas de autofinanciamiento.

El año pasado, Bancomer, Scotiabank y Banorte concentraron 80.2% de la colocación bancaria acumulada, mientras que en el 2013 fue de 90.8 por ciento.

Por otro lado, Autofin, Sicrea de Nissan y Afasa de VW colocaron 72.1% de los créditos de las empresas de autofinanciamiento en el 2014, cuando el año previo fue de 74.5 por ciento.

En torno a los plazos de financiamiento, la AMDA detalló que en el periodo de enero a diciembre del 2014 fueron de 36, 48 y 60 meses en el financiamiento automotriz, y representaron 62.6% del total.

“Creemos que hay margen para que el costo del financiamiento pueda disminuir; sin embargo, siendo un negocio especializado requerimos que el mercado sea atractivo con la participación de un mayor número de competidores”, comentó.

Tiempo de recuperación e informalidad, otra limitante

Guillermo Rosales consideró que el otro factor limitante para que el otorgamiento del crédito se detone es el tiempo que se tiene que invertir y los costos inherentes en los juicios para recuperar el vehículo cuando no se paga.

Comentó que la reforma financiera, promulgada por el gobierno hace 14 meses, ayudó a disminuir en 50%, a dos años y medio, el tiempo de recuperación de los vehículos; no obstante, dicho plazo es insuficiente.

Acotó que en Estados Unidos el tiempo de recuperación de un vehículo es de dos meses, y en Brasil sólo les toma medio año recuperar la garantía para ponerla nuevamente en circulación.

“En este tema, insistimos, falta una reforma financiera de segunda generación que flexibilice los procedimientos para que el tiempo que se tarda en recuperar un vehículo no pagado no vaya más allá de seis meses”, dijo.

 

Fuente El Economista

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