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Comsa, empresa que rehabilito la Línea 12 es investigada por lavado de dinero

A pesar de que los socios de Comsa S. A. ya eran investigados por blanqueo de capitales en España, el gobierno capitalino contrató en 2015 a esta empresa para realizar trabajos de rehabilitación en la Línea 12, justo en el tramo que colapsó el 3 de mayo de 2021.

Un año más tarde, las pesquisas judiciales sobre sobornos aparecerían en Argentina, donde Comsa tuvo que retirarse de un proyecto de infraestructura por estar asociada con Odebrecht.

Las indagatorias en España siguen abiertas y apuntan a una operación de lavado de dinero que involucra al hijo de Jordi Pujol i Soley, ex presidente de la Generalitat de Catalunya, de donde es originaria la compañía, mientras que en Argentina un juez ordenó hace unos meses que se profundizaran las investigaciones sobre “contratos simulados”.

La empresa transnacional que llegó a México para participar en la reparación de la Línea 12 del Metro obtuvo en 2020 un contrato por 638.8 millones de pesos para desarrollar un tramo del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec. Ese mismo año firmó otro convenio por 385.6 millones de pesos para la rehabilitación de las vías del Tren Ligero de la Ciudad de México.

El lunes 4 de octubre, MILENIO dio a conocer que Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), propiedad de Carlos Slim Helú, solicitó a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México que investigara los trabajos de rehabilitación de la Línea 12 del Metro, en particular los realizados en 2015, en los que participó, entre otras empresas, Comsa.

La historia de los socios incómodos

En 2015, junto con Multidin, TÜV Rheinland y Mexistra, Comsa fue contratada para rehabilitar las vías de la Línea Dorada, pero en ese momento la empresa catalana traía encima acusaciones por presuntos actos de corrupción cometidos en el pasado por sus socios minoritarios: los Sumarroca.

Ese año, Comsa estaba constituida con un 70 por ciento de acciones de la familia Miarnau y un 30 por ciento de la familia Sumarroca, que se sumó a la sociedad con los activos de su empresa Emte.

Antes de que la fusión se concretara, Emte hizo movimientos bancarios que dieron origen a la investigación policial en su contra.

Según las indagatorias, entre 2008 y 2009, Emte pagó 154 mil 48 euros a la empresa Project Marketing Cat, propiedad de Jordi Pujol Ferrusola, por supuestos servicios de consultoría para establecerse en México.

Esos honorarios no fueron demostrados, por lo que la policía anticorrupción abrió una línea de investigación por lavado de dinero.

Jordi Pujol Ferrusola es hijo de Jordi Pujol i Soley, ex presidente de Cataluña y amigo del patriarca de Emte, Carlos Sumarroca Coixet; a los dos, la justicia los investiga por los beneficios que se prodigaron mutuamente entre 1980 y 2003, cuando Pujol gobernó Cataluña.

En 2015, cuando integrantes de la familia Sumarroca comenzaron a ser detenidos por las autoridades españolas, en Comsa-Emte disminuyeron la participación de esa familia en los puestos directivos. Los Miarnau quedaron a cargo y borraron a Emte de su denominación.

Fuente Milenio

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