¿Cómo deberá de ser el transporte publico después del Covid-19?
El transporte público no será el mismo. A pesar de los desafíos, esta crisis viene con muchas oportunidades. Las nuevas prácticas en términos de limpieza y desinfección llegaron para quedarse. Esto hará que el transporte público en algunos países sea más atractivo y seguro para viajar.
Para limitar y gestionar las multitudes, se fortalecerá el suministro y se aumentará la frecuencia del servicio, ofreciendo un servicio mejor y más regular.
La digitalización se implementará a un ritmo más rápido, incluidas las aplicaciones para ayudar a los viajeros a planificar sus viajes, emisión de boletos sin contacto, mantenimiento y operaciones inteligentes, aplicaciones de inteligencia artificial, etc.
Hay muchas oportunidades para hacer que el transporte público se centre más en las personas y sea más eficiente.
Pero habrá una fase de transición en la que los gobiernos tendrán que proporcionar apoyo financiero para compensar los impactos de la crisis y donde los operadores de transporte público tendrán que restablecer la confianza para dar la bienvenida a los pasajeros.
Deberíamos resistir la tentación de soluciones a corto plazo en respuesta a la crisis actual que alienta a las personas a volver a subir a sus automóviles.
A medida que el las operaciones del transporte publico comienza a crecer, estamos viendo cómo puede ser la vida después de la pandemia. Un mensaje que ha comenzado a resonar es la noción de volver más fuerte. Construir de nuevo mejor.
Sabemos que es posible que las cosas no vuelvan a ser lo mismo que antes, por lo tanto, esta es una oportunidad para crear un sector aún más fuerte al pasar a una mejor movilidad para todos. Esto no se puede hacer solo, por supuesto, y todos necesitaremos colaborar y compartir ideas.
Como industria, el transporte publico y la movilidad tiene un gran desafío para convencer a los gobiernos de que aumenten los fondos para cubrir la diferencia entre la reducción de los ingresos de una menor cantidad de pasajeros y los costos operativos. ¿Cuáles son los argumentos para esto, más allá de la garantía habitual de movilidad básica?
Es genial ver a las personas caminar y andar en bicicleta, por lo que ahora debemos tomar las medidas necesarias para que lo hagan de manera segura y evitar un aumento en el tráfico de automóviles. Es el momento adecuado para considerar esquemas de cobro por congestión y administrar mejor el estacionamiento en las ciudades.
Por ejemplo, iniciativas como el objetivo de Milán de introducir uno de los esquemas más ambiciosos de Europa para reasignar el espacio de la calle de los automóviles al ciclismo y la marcha, además del transporte público, en respuesta a la crisis COVID-19, deberían ser alentados y replicados.
El uso de fondos públicos en la recuperación será inmenso, y ahora es el momento de tomar las decisiones políticas correctas. Permítame recordarle que los beneficios económicos del transporte público son cinco veces mayores que el dinero invertido en él. Sin condiciones claras para usar esos fondos a favor de un cambio modal, corremos el riesgo de encerrar a nuestras ciudades en un modelo de movilidad insostenible en las próximas décadas.
Los Países Bajos anunciaron que no habrá distancia de seguridad requerida en el transporte público, pero las máscaras serán obligatorias.
La tecnología ayudará al transporte público post Covid-19
El COVID-19 ha impulsado a la industria del transporte público a adoptar nuevas tecnologías digitales para continuar la operación, lo que puede conducir a una adopción más rápida de las tecnologías 5G.
Los operadores de transporte público están adoptando nuevas medidas como sensores, cámaras habilitadas para IA, pequeños robots y centros de control descentralizados, etc.
En Europa, algunos gobiernos están abogando por más vehículos autónomos para brindar eficiencia y flexibilidad operativas. Por lo tanto, es muy obvio que habrá un fuerte impulso para la tecnología 5G.
