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Cierre parcial del gobierno de EUA impide colaborar en la investigación del accidente aéreo donde murió la gobernadora de Puebla

México ha pedido apoyo a reconocidas agencias de investigación estadounidenses, como el FBI y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, para determinar las causas del desplome de un helicóptero que derivó en la muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y de su esposo, el exgobernador y senador Rafael Moreno Valle.

Pero debido al cierre parcial de gobierno producto del conflicto entre el gobierno de Trump y el Legislativo, no será posible de momento que EEUU brinde ayuda a la investigación del siniestro ocurrido el lunes.

El subsecretario de Transporte del país azteca, Carlos Alfonso Morán, adelantó en una rueda de prensa que el Consejo de Seguridad para el Transporte Aéreo de EEUU les notificó que debido al cierre parcial del gobierno “no va a ser, por el momento, posible” que los acompañen en la investigación.

La solicitud a las autoridades estadounidenses fue hecha el martes, de acuerdo con Roberto Ochoa, subprocurador de control regional de procedimientos penales de la fiscalía general de México, quien dijo que “todas las agencias de investigación representadas en la embajada de Estados Unidos (en México) serán contactadas para efectos de definir si cuentan con un área especializada para coadyuvar en estas investigaciones”.

Para “no dejar duda alguna sobre las causas del siniestro” el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó “contar con los mejores investigadores internacionales”, por lo que “se ha establecido contacto y comunicación” con la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB, por su sigla en inglés), dijo por su parte Carlos Morán, subsecretario de Comunicaciones y Transportes.

Se trata de “una institución del mayor reconocimiento internacional de investigación de accidentes”, subrayó, al explicar que también participarán representantes de la marca italiana de la nave y de la marca canadiense del motor.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, señaló en una conferencia de prensa nocturna, que de acuerdo con las primeras investigaciones el helicóptero cayó de forma invertida, y que ya se recuperó una unidad de registro de datos del aparato.

Durazo ya había declarado el domingo que “cuando la aeronave se encontraba en vuelo, sufre una aparente falla aún sin especificar, lo que ocasionó que se precipitara al terreno”.

El funcionario afirmó que los investigadores “no encontraron explosivos o sustancias ajenas al combustible que hayan explosionado en la aeronave accidentada”.

Alonso y Moreno viajaban de Puebla a Ciudad de México a bordo de un taxi aéreo, un helicóptero Agusta 2011, con dos capitanes y el asistente del senador. Todos fallecieron en el accidente.

La aeronave se desplomó a 10 minutos de haber despegado sobre campos de maíz en el municipio de Tlaltenango, tras perder comunicación con la torre de control.

“Se habla de que sí fue un atentado, fue un ajuste de cuentas, o un reacomodo de cárteles” narcotraficantes, comentó a la AFP Martin Rzepka, un habitante de Puebla de 69 años.

Alonso fue investida como la primera gobernadora de Puebla el 14 de diciembre, después de que el tribunal electoral ratificara su triunfo en las elecciones del pasado 1 de julio, tras medio año de una controversia con Luis Miguel Barbosa, candidato del partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Anteriormente, numerosos funcionarios mexicanos sufrieron accidentes en helicóptero.

Uno de los percances más sonados fue el ocurrido en 2008 al poniente de Ciudad de México y en el que fallecieron el exsecretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y otros cuatro funcionarios.

En 2011, el helicóptero del entonces secretario de gobernación Francisco Blake Mora se estrelló al sur de la capital.

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