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China quiere destronar a las grandes compañías ferroviarias

China quiere destronar a las grandes compañías ferroviarias / Expansión / Las dos grandes compañías del sector del país asiático se fusionaron hace un mes y, compitiendo juntas, han logrado superar a firmas de renombre como Alstom o Bombardier. 

La unión ha hecho, una vez más, la fuerza en el mundo empresarial. La firma China Railway Construcción Corp. (CRCC), surgida tras la fusión de CSR Corp. y China CNR, logró en su primer día como cotizada en su país alcanzar una capitalización de unos 117.400 millones de euros, cifra que superaba con creces las de pesos pesados del sector como Siemens (76 millones), Alstom (7,86 millones) o Bombardier (5,17).
Si bien la caída libre de la Bolsa china ha desinflado el optimismo inicial y la empresa ha perdido valor, si se deja a un lado la cotización de los títulos y se valoran otros datos, como los beneficios que obtuvieron conjuntamente las dos compañías que ahora conforman CRCC, la firma asiática seguiría superando (con sus 32,5 millones de euros) a Alstom (19,87 millones) y a Bombardier (9,48).
China, hogar de la mayor red de ferrocarriles de alta velocidad del mundo, pretende con esta fusión aumentar su competitividad con las miras puestas en convertirse en el mayor exportador del mundo de materiales y tecnología ferroviaria especializada en alta velocidad.
Antes CSR y CNR luchaban por separado y su fortaleza se diluía frente a la de los gigantes de la industria. Sin embargo, con la fusión se encuentran en una mejor posición para cumplir su meta y hacerse con un hueco preeminente en el mercado.
Costes más baratos y mercados emergentes La estrategia de CRCC para lograrlo, por el momento se fundamenta en dos pilares. El primero es la apuesta por mercados emergentes como África, Asia o Latinoamérica, si bien su objetivo es expandirse por todo el mundo. 
El segundo son sus bajos costes en comparación con sus rivales occidentales. Por kilómetro, la compañía china ofrece un presupuesto de 15-18 millones de euros, mientras que sus rivales se mueven entre los 22 y los 35 millones, de acuerdo a los datos que recoge el Banco Mundial. 
Estos bajos costes han granjeado varios éxitos a las compañías chinas. El año pasado, por ejemplo, CNR le arrebató a Bombardier el contrato de construcción del metro de Boston (Massachussets) ya que la canadiense no pudo competir contra los 512 millones de euros que presupuestó la asiática.
Sin embargo la lucha por el liderazgo de China no ha estado libre de obstáculos. Sin ir más lejos, en noviembre del año pasado CRCC se quedó sin el maxi contrato de 3.340 millones de euros que se adjudicó para construir una red de alta velocidad en México. El problema, en este caso, fue que en el consorcio del que formaba parte había también empresas del país y se quiso evitar posibles dudas sobre la “legitimidad y la transparencia del proceso de selección”.

Con Información de Expansión

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