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Sobrevive al tráiler de la muerte; sale del coma

“Regresó de la muerte dos veces”, dijo el papá de Brandon Martínez, el joven mexicano de 16 años que cayó en coma en el camión de la muerte en San Antonio, Texas.

“La brincó al no fallecer en el camión y ahora que despertó, también”, declaró José de Jesús Martínez al hablar de su hijo, quien es uno de los sobrevivientes de los 39 migrantes que viajaban en ese transporte pesado que costó la vida a 11 personas y que fue dado de alta del hospital.

“Me regresé a Denver y lo dejé con su mamá y su madrastra; ellas se están haciendo cargo de él”, reveló.
“A la primera que le avisaron fue a su mamá en Aguascalientes. Ella me llamó; llegué primero; su mamá entró con una visa especial”, señaló.

La experiencia de Brandon fue increíble, indicó Alex Gálvez, abogado especialista en inmigración. “Llegó un momento en el que los agentes federales se molestaron mucho porque se dieron cuenta de que el papá de Brandon había entrado al hospital por una puerta trasera y eso evitó que lo vieran; pero cuando se enteraron que estaba con su hijo se metieron a la fuerza al área de terapia intensiva para menores, fue increíble e inaudito que hicieran eso”, narró el abogado.

“Pero lo más increíble fue ver una de las experiencias más impresionantes que he vivido. El cuerpo médico, enfermeras y doctores, hizo una valla humana entre los agentes [de Seguridad Nacional] y los enfermos en terapia intensiva y no los dejaron pasar; les pidieron que se retiraran y así lo hicieron”, describió Alex Gálvez.

Brandon dio sus primeros pasos hace apenas unos días, el pasado jueves, y de acuerdo con el parte médico, sus riñones y sus pulmones se han recuperado en 90% y al parecer no hubo lesión cerebral que lamentar.

“Fue como un milagro, cuando llegamos los doctores decían que iba a morir, pero nada más escuchó [Brandon] la voz de su papá y comenzó a mejorar”, dijo a EL UNIVERSAL el abogado que llevó a Jesús de Denver a San Antonio y que los ayudó a no ser detenidos por las autoridades.

El abogado Gálvez, a pesar de las circunstancias, está muy optimista para que Brandon reciba la visa U debido a su calidad como víctima de violencia. “Sin duda califica, fue una víctima más de un traslado violento y trágico que casi le cuesta la vida”, dijo.

“Ahorita lo que estoy haciendo es reuniendo los argumentos y pruebas para tramitar el documento y ayudar a que Brandon no se lo lleven a ningún centro de detenciones para indocumentados”, declaró.

José de Jesús Martínez, quien se encuentra en Denver, Colorado, en sus actividades como jardinero, aseguró que no vive tranquilo.

“Estoy nervioso porque [las autoridades] saben dónde vivo y a qué me dedico y en cualquier momento me agarran y me echan para afuera”, declaró angustiado. “Aunque sé que el abogado [Gálvez] está viendo que mi hijo pueda ayudarme a quedarme aquí sin problemas”, comentó; sin embargo, a partir de la reciente propuesta de ley que Donald Trump presentó al Congreso y que pretende cambiar los requisitos para obtener una residencia permanente en Estados Unidos y una posterior ciudadanía, pondría en riesgo la posibilidad de que Brandon lo apoye.

Muchos expertos ven muy difícil que esa propuesta de ley pase el Senado estadounidense y los observadores tampoco creen que prospere. “Recordemos que eso aún es una propuesta de ley y no significa nada en este momento”, planteó el abogado.

Brandon Martínez fue fichado después de dejar el hospital, pero no lo detuvieron; lo llevaron a un albergue para menores en San Antonio, Texas.

“Lo que va a suceder con Brandon”, declaró Alex Gálvez, “es que va a ser uno de los testigos contra el conductor del camión en el juicio que se le siga a este hombre y eso, junto con la violencia que sufrió, le va a permitir permanecer en Estados Unidos de manera legal. Espero poder reunirlo con su padre en un máximo de dos a cuatro semanas, allá en Denver, para que estén juntos”, confió.

Brandon, a pesar de su corta edad, tiene un pequeño hijo de dos meses en su natal Aguascalientes y en algún momento ha manifestado su deseo de traerlo consigo, al igual que a la madre del niño. “Pero eso aún no se sabe cuándo podría ser”, dijo el especialista. “Tenemos que concentrarnos en Brandon y de ahí en su papá”, aseguró.

Gálvez recordó que en el hospital había agentes federales de inmigración y que en un principio querían interrogar a todos. “A los heridos que pudieran hablar y a sus familiares y en todos los casos para saber quiénes eran indocumentados y detenerlos”, recordó. “Afortunadamente, hubo diálogo con nosotros y se pudo lograr que desistieran de esa acción; las circunstancias eran muy difíciles para que estuvieran haciendo ahí su trabajo, hubiera sido muy lamentable para el país que el mundo viera cómo detenían a víctimas de violencia hospitalizadas y a sus familiares angustiados que iban a verlos, pero logré hablar con uno de los abogados de Seguridad Nacional y acordamos que respetarían las circunstancias y a las familias; afortunadamente así fue”, concluyó.

Fuente El Universal

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