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Skytran busca el transporte magnético sin uso de ruedas y sin contaminar

Ofrecer una experiencia privada de transporte público, rápida y segura. Con ese objetivo, la empresa skyTran, socia de la NASA, ha creado unas cápsulas magnéticas que llevarán a los viajeros de dos en dos a 240 kilómetros por hora por la ciudad. La compañía ha unido fuerzas con Israel Aerospace Industries (IAI) para la construcción de un sistema demostrativo de la tecnología en las instalaciones de la compañía israelí, que después se construirá en Tel Aviv.

Intimidad a alta velocidad. skyTran ha desarrollado un sistema de transporte de alta velocidad y energéticamente eficiente, que funciona por levitación magnética. A diferencia de otros, como el recién estrenado tren japonés ‘Maglev’, skyTran ofrece una sensación de intimidad en el pasajero, «como si viajara en su propio vehículo», señala el CEO de la empresa, Jerry Sanders, en su web. Para ello, el sistema está articulado como una red de vehículos visualmente similares a un ‘jet’, controlados por ordenador. La tecnología permitirá transportar a los pasajeros «de forma rápida, segura, verde y económica».

Adiós a las ruedas. La tecnología se presenta como la nueva generación del Transporte Rápido Personal (PRT), que ofrece al viajero un espacio privado, confortable e individualizado. Las versiones anteriores (sin mucho éxito comercial) tenían una gran debilidad técnica: las ruedas. «El mantenimiento de las ruedas es uno de los principales costes operativos, además, limitan la máxima velocidad segura», apunta la firma. skyTran propone la levitación magnética como solución. En su sistema no hay ningún contacto físico entre el vehículo y el raíl, «así que no hay nada que se pueda desgastar o fallar». Combinado con su motores lineales sincrónicos de alto rendimiento, skyTran puede alcanzar los 240 kilómetros por hora.

Tel Aviv, campo de pruebas. Israel Aerospace Industries aportará a skyTran su conocimiento en ingeniería, robótica y control. El prototipo servirá para probar, refinar y validar la tecnología estadounidense en un entorno controlado. El siguiente paso en la hoja de ruta consiste en desplegar el primer sistema comercial de 20 kilómetros de longitud en Tel Aviv.

 

Fuente El Mundo

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