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Lo que sigue para México en la industria automotriz 

Actualmente, ocho marcas de automóviles fabrican sus modelos en México. Tras superar a Francia y España en 2011 y este mismo año a Brasil en cuanto a producción industrial del sector automotriz, es ya el séptimo país fabricante y se ha convertido en el cuarto exportador mundial de vehículos.

México va a ser uno de los grandes en la industria del automóvil

Y la progresión va a ser mayor en los próximos años. Toyota y Ford están construyendo nuevas plantas de ensamblaje para aumentar su producción. La propia Ford y General Motors han anunciado su intención de doblar el volumen de unidades ensambladas en México de aquí a 2018. Y la relación con el automóvil viene de lejos, pues su fabricación lleva presente casi un siglo en la industria mexicana desde que Buick iniciara esta actividad en 1921.

A los fabricantes ya presentes en el país se han sumado otros como Kia, Audi, Infiniti, Honda y Mercedes-Benz. Esta creciente actividad industrial se traduce en números muy positivos para el país centroamericano: 6 por ciento del PIB y más de 1,7 millones de empleos sumando los directos y los derivados de la actividad automovilística.

Por el momento, existen en territorio mexicano 18 plantas de fabricación de automóviles repartidas por 11 estados en las cuales se ensamblan un total de 48 modelos diferentes. Los pronósticos hablan de alcanzar una producción anual de 5 millones de unidades en 2018 y llegar a 6 millones en 2020.

¿Cuál es la razón de este auge? ¿Por qué las marcas quieren fabricar en México? Varios factores se han conjugado para que posea un atractivo especial para numerosas marcas del sector. Y si sigue esta tendencia, en la próxima década México será la cuarta potencia mundial en producción de automóviles por detrás de China, EEUU y Japón. Toda una proeza si pensamos que en el año 2009 era todavía el décimo país productor en el ranking mundial.

Los atractivos que seducen a los fabricantes

Para conseguirlo posee varias ventajas únicas en el mundo. Los favorables aranceles aduaneros (inexistentes con los 44 países con los que tiene tratado de libre comercio), una localización geográfica idónea para la logística mundial y unos costes laborales bajos hacen de México uno de los lugares más atractivos para fabricar y exportar automóviles.

Por si fueran pocos los escenarios favorables, México es el décimo país del mundo productor de crudo. Se trata de un dato determinante en relación con la industria del automóvil, en la cual los costes industriales se miden por toneladas de petróleo necesarias para producir y transportar a su destino cada vehículo.

En 2018, la industria mexicana tendrá la capacidad para fabricar 5 millones de vehículos y, de ellos, más de las tres cuartas partes serán exportados a todo el mundo. El primer beneficiado será el mercado norteamericano, cuyo parque automovilístico ya se nutre en una quinta parte de vehículos importados desde México.

Lo que queda por mejorar

Hasta el momento quedaban algunas asignaturas pendientes en el sector. El mercado interno no terminaba de despegar en la última década y se restringía en general a modelos muy accesibles con poco margen de beneficio para las marcas. Pero la tendencia cambió el año pasado, que fue histórico en este sentido pues se vendieron un total de 1.351.648 automóviles, un record que confirma un claro crecimiento. Por citar un ejemplo, México es ya el cuarto mercado más importante para la española Seat después de haber incrementado sus ventas en un 14,3 por ciento en 2015.
México también está pendiente de una mejora general en cuanto a infraestructuras, básicas para la actividad industrial. Este problema está en vías de solución gracias al importante plan de inversión cuatrienal específico anunciado por el presidente Peña Nieto en 2014. Se ha destinado para este fin el equivalente a 425.848 millones de euros y los proyectos se están ejecutando dotando al país de importantes y diversas infraestructuras que atañen entre otros a las comunicaciones, energía y transporte, elementos vitales para el futuro desarrollo de la industria automotriz.

Fuente: Con información de el Economista

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