Autotransporte de cargaCargaÚltimas noticias

La vida entre pericos, el caso del “Tiburón de la 57”

Alberto Núñez tiene como 10-28 el “tiburón”, sobrenombre dado debido a su metro ochenta y tantos de estatura y amplia espalda, similar al de estos escualos. Hace un poco más de 5 años el Tiburón se sumergió.

Al principio, cuando recién tomó el volante de un trailer, mantenerse despierto toda la jornada era complicado.

Naturalmente conforme el tiempo pasó se acostumbró al ritmo y ahora bajo sus ojos porta el callo de media luna que tienen los que no duermen, las ojeras.

Para mantenerse despierto, tanto él como todos los traileros, “utilizamos todos esos tipos de trucos (las pastillas) para espantar al sueño. Ya si te vas a otras drogas, hay quienes también utilizan la coca o el foco, pero esas ya son drogas pesadas”.

“A veces me paro un rato para darle una vuelta al trailer o a limpiarlo para activarme otra vez. De repente también me pongo hacer lagartijas para oxigenarme y vámonos”, explicó el Tiburón.

Como se mencionó anteriormente, en promedio los operadores duermen 8 horas por cada 6 días trabajados. Si el material que cargan no lleva prisa pueden dormir un poco más.

Esto provoca que en un momento dado su cuerpo funcione “en automático”, como los traileros le llaman. Lo cual significa que, sin más, su cerebro se “desactiva”.

“Llega un momento en que los mentados pericos ya no nos hacen, entonces empezamos a hablar incoherencias, donde el cerebro ya no va activado. Vas en automático como nosotros le llamamos, ya no sabes ni qué onda”, explicó.

Cuando llegan a ocurrir accidentes porque el operador se quedó dormido al volante, entre los traileros argumentan que el accidentado debió detenerse a dormir.

Sin embargo el sueño llega sin avisar, esperando un pestañeo para desconectar los sentidos.

Según estudios, después del tercer día sin dormir, se pueden presentar alucinaciones o locura temporal, además el riesgo de enfermedades psiquiátricas aumentan en un 40%.

Esto hace que manejar en la carretera en condiciones de sueño sea peligroso, tanto para ellos como para terceros.

La federal de caminos tiene la obligación de mandar a dormir a quién no haya cumplido sus horas de sueño pero, como es bien sabido, basta una mordida para poder seguir con el rumbo.

“Se supone que aquí tenemos una bitácora de viaje, pero no la respetamos y como luego dicen: Las costumbres se hacen leyes”, puntualizó Núñez.

Cada dos años los operadores deben de hacerse el examen “apto”, pruebas médicas que funcionan para dictaminar si el trailero está listo o no para conducir.

Los revisan de todo a todo, incluso se les hace antidoping. Es por esto que con semanas de anticipación se bajan de su camión para no tener resultados positivos.

“También nos revisan el peso. Nos exigen que le bajemos por salud misma de uno, por la vida sedentaria que llevamos nosotros, porque ya nada más caminamos del volante al camarote para medio descansar. Eso es lo más que caminamos”, agregó.

No obstante a su vida sedentaria que casi exige mantenerse 24/7 en la vigilia, los traileros aman su profesión y, sobre todo, dejan su corazón en la 57.

 

 

Fuente Milenio

3 comentarios

  1. Porque el pendejo ese del tiburón no dice que hay empresas que te dan tiempo para llegar y no todos los operadores nos intoxicamos como el si el se hace pendejo en los viajes no todos tenemos las mismas.costumbres y por sus comentarios es de los que cachimbean para quedar bien con las viejas de ahí

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *