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Estados Unidos demanda a Volkswagen por fraude de motores diésel

La Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) demandó a Volkswagen (VW) y a su exdirector general Martin Winterkorn de fraude por el escándalo de los motores diésel.

En septiembre de 2015, las autoridades medioambientales de EE.UU. revelaron que los autos del Grupo Volkswagen equipados con motores diésel 2.0L TDI estaban equipados con un software que ocultaba las emisiones reales de óxidos de nitrógeno.

Los motores tenían un software que detectaba cuándo estaban siendo sometidos a pruebas de emisiones y reducía el rendimiento del motor para que dichas emisiones de óxidos de nitrógeno se ajustasen a los máximos permitidos en Estados Unidos. El óxido de nitrógeno es una sustancia considerada cancerígena por las autoridades sanitarias.

El regulador bursátil estadounidense sostuvo en un comunicado que, “de abril de 2014 a mayo de 2015, Volkswagen emitió más de 13.000 millones de dólares en bonos y valores respaldados por activos en los mercado estadounidenses cuando los principales ejecutivos sabían que más de 500.000 vehículos excedían los límites de emisiones”.

La demanda de SEC señaló que VW “realizó declaraciones falsas y engañosas a los inversores y suscriptores sobre la calidad de los vehículos, su cumplimiento medioambiental y la situación financiera de VW”.

“Al ocultar el engaño de las emisiones, Volkswagen obtuvo centenares de millones de beneficios al emitir los valores a tipos más atractivos para la compañía”, agregó SEC.

La codirectora de la División de Cumplimiento de SEC, Stephanie Avakian, afirmó que VW “ocultó su engaño de emisiones durante una década a la vez que vendía miles de millones de dólares de bonos a inversores a precios inflados”.

Según los datos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y de las autoridades de California, los vehículos vendidos entre 2009 y 2015 emitían hasta nueve veces más óxido de nitrógeno que los máximos autorizados por la legislación estadounidense.

Luego del estallido del escándalo, el entonces presidente del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, se vio forzado a renunciar aunque rechazó cualquier responsabilidad en el escándalo y fue imputado en marzo de 2018 por el llamado “dieselgate”.

Los fiscales estadounidenses indicaron que en julio de 2015 Winterkorn fue informado de la manipulación de los motores diésel y del mecanismo utilizado para hacerlo, y que durante la reunión se discutieron “las consecuencias potenciales” si VW era descubierta.

En un comunicado, el grupo alemán respondió que considera el caso de la SEC como “incorrecto” tanto desde el punto de vista judicial como fáctico y afirmó que se opondrá enérgicamente.

En julio de 2018, los tribunales aprobaron un acuerdo entre la empresa y los propietarios de dichos vehículos de VW, por 10.033 millones de dólares en compensación a los dueños.

Además, VW pactó destinar 4.700 millones de dólares a dos fondos para “mitigar los efectos causados por las emisiones ilegales de óxidos de nitrógeno” e invertir en tecnologías de cero emisiones.

El fraude de Volkswagen dejó al desnudo la competencia feroz con otras empresas para lograr un porcentaje mayor de las ganancias a nivel global a cualquier costo, una característica inherentes al modo de producción capitalista.

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