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Entran en vigor las multas fotocívicas en la Ciudad de México

EL PASADO fin de semana, el Congreso de la Ciudad de México aprobó un Presupuesto de Egresos que asciende a 234,016 millones de pesos para el ejercicio fiscal 2019.

Entre los recursos asignados, en materia de movilidad se realizará una inversión cercana a 27,000 millones de pesos, uno de los rubros que cubrirá este presupuesto será el cambio de las fotomultas a las nuevas fotocívicas.

Desde noviembre del 2015, el gobierno capitalino implementó un sistema de sanciones llamado fotomultas, el cual consistía en que cámaras o radares instalados en puntos estratégicos tomaban una foto de las placas del automóvil que cometiera una infracción como pasarse un alto, ir a exceso de velocidad o usar el celular mientras conduce.

En noviembre pasado, la entonces jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, anunció la sustitución de las fotomultas por este nuevo esquema punitivo,el cual está orientado en fomentar la cultura vial en los ciudadanos, sin afectar sus finanzas y fomentando el trabajo comunitario.

Sin embargo, será a partir de enero cuando entren en vigor las nuevas infracciones para multar a los conductores: las llamadas fotocívicas, las cuales buscan no ser una medida recaudatoria del gobierno que impacta en el bolsillo de los automovilistas, pero que sí sean sanciones para mejorar la educación vial en la ciudad y evitar dañar la economía de los ciudadanos.

El costo de las fotomultas variaba de acuerdo con el tipo de infracción cometida; por ejemplo, si se usa el celular la multa era de 377 pesos; mientras que una vuelta prohibida se situaba entre 1,509 a 2,264 pesos; la invasión de carriles confinados, como ciclovías o Metrobús era de 3,019, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Sistema de puntos

Las fotocívicas estarán basadas en un sistema de puntos ligado al registro de la placa de cada vehículo.

Cada placa tendrá 10 puntos, los cuales que se irán restando por cada fotomulta que se imponga y sólo se aplicarán a las infracciones captadas por los radares y cámaras, no aplicará para las multas emitidas por un policía de tránsito o el alcoholímetro.

Cada una de las nuevas fotocívicas en la CDMX valdrá un punto. Aquellos que no tengan ni una infracción por las nuevas fotocívicas, recibirán en su domicilio un reconocimiento de buen conductor.

Dependiendo de los puntos que se resten es la sanción correspondiente. Si a los conductores se les restan uno o dos puntos, recibirán una notificación en la que se les advertirá que están por ser sancionados.

A la tercera infracción, es decir, se les quitan tres puntos, deberán tomar un curso básico en línea; si son cuatro, tendrán que cursar un taller intermedio, también en línea.

Si acumulan cinco puntos, el conductor deberá acudir a un curso presencial de sensibilización sobre riesgos viales en las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Quienes tengan entre uno y cuatro puntos en sus plazas deberán cumplir con dos horas de trabajo comunitario por cada punto retirado. Si un conductor se queda sin puntos deberá realizar 10 horas de trabajo comunitario.

Las actividades comunitarias de las nuevas fotocívicas contemplan acciones como pintar o barrer banquetas, ayudar en la rehabilitación de espacios públicos o controlar el tránsito cerca de escuelas y lugares de alta afluencia de personas.

Las sanciones de restar puntos se aplicarán a las placas del vehículo, sin importar que el sancionado sea o no el dueño del auto, y que el propietario tendrá que cumplir con dicha sanción, lo que implica que deberá solicitar unpermiso en su trabajo o dejar de realizar sus actividades para ello.

Los puntos tendrán una vigencia de seis meses, y en caso de ser sancionado, el trabajo comunitario será un requisito para pasar la verificación vehicular.

No es una medida recaudatoria

Javier Hernández, académico de UPIICSA del IPN, explicó que la implementación de este tipo de acciones están encaminadas a mejorar la cultura vial y no como una medida recaudatoria como se venía haciendo.

“Tiene que ver más con una concientización, lo cierto es que las medidas que había tomado el gobierno anterior era una acción más recaudatoria y no favorecía un cambio en la conducta de los conductores. Con estas nuevas medidas, el enfoque que se da ahora, me parece más orientado a generar conciencia sobre el tema vial”, consideró.

Destacó que uno de los pendientes a evaluar una vez implementado este nuevo sistema es revisar si se logra un cambio en la educación de los automovilistas en general.

El doctor en transporte señaló que el exceso de velocidad es una de las causas de mayor accidentes en la ciudad, lo cual está directamente relacionado con la falta de cultura vial, aunque en algunos casos es por la falta de pericia de algunos conductores y de la precaución que deberían de tomar.

“Yo creo que si estas medidas (las fotocívicas) impactan en el cambio de cultura, no será necesario, por lo menos en términos prácticos, establecer límites de velocidad tan forzados, esto radica más en una concientización”, explicó.

El académico del IPN también consideró que el tiempo que deberá emplear el Gobierno de la Ciudad de México para esta primera etapa será de tres meses, pero para llegar el nivel del sistema completo, tal como lo planea el Gobierno capitalino, será de un año.

“Aun teniendo toda la tecnología lista, el proceso es largo, estamos hablando de más de 5 millones de vehículos, no es un proceso sencillo, es más por el proceso mismo del cambio que se tiene que dar a nivel de ya tener a 100% el sistema, un año o menos”, señaló.

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