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Emprende con una franquicia de servicio automotriz

José Sada batalló (literalmente) con su taller mecánico durante 17 años. Sin embargo, cuando lo invitaron a capitalizar su experiencia generada para sumarse al equipo de Grease Monkey –franquicia de servicio automotriz, fundada en Estados Unidos en 1978 y con presencia en México– se dio cuenta de que había otras maneras mucho más sencillas de hacer bien las cosas; incluyendo los negocios. Hoy está por cumplir 10 años en esta compañía –ocupando el cargo de director de Franquicias a nivel nacional– y desde hace dos meses se convirtió en franquiciatario de la firma con una sucursal ubicada en Monterrey, Nuevo León. “Desde el primer mes de operaciones estoy arriba del punto de equilibrio”, señala.

Mientras que Rudi Esquivel apostó por un taller de servicio automotriz desde 1989 y hasta ahora lo considera una buena fuente de ingresos. “El automóvil es como si fuera (parte) de la familia. Se le otorgan cuidados de forma permanente y todo lo que necesite por ser parte del patrimonio; e incluso, mucha gente destina un presupuesto especial para este fin”, agrega el también fundador de la Confederación Nacional de Talleres de Servicio Automotriz y Similares.

A estas dos historias las une un mismo mercado potencial integrado por más de 25 millones de vehículos en circulación a nivel nacional, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que requieren de servicios preventivos y de mantenimiento permanente. Por su parte, las agencias y concesionarias de las marcas de autos generalmente atienden a las unidades de cero a tres años debido a temas de garantía y promociones especiales para sus clientes.

Sin embargo, una vez que las personas quedan “libres” de estos términos y condiciones, tienen frente a ellas un universo integrado por más de 325,000 comercios de reparación, mantenimiento automotriz y diesel en todas sus especialidades (mecánica en general, servicio ligero y pesado, transmisiones automáticas, suspensión, diagnóstico y afinaciones, talleres de agencias, frenos convencionales y ABC, inyección electrónica, etc.) De este total, más del 85% no ofrece un servicio de calidad con garantías y certificaciones; se trata de establecimientos tradicionales, en su mayoría, que no ofrecen un valor agregado para el consumidor final. 

Por su parte, desde hace unos 15 años han cobrado fuerza en el mercado varias franquicias –nacionales y extranjeras– dedica-das a brindar un servicio automotriz profesional y que han venido a cubrir ese gran vacío. Estas marcas –como Badilub, SpeeDee, Power Service, Midas, Grease Monkey, Meineke Total Car Care, EPS Servicio Automotriz y Tyreplus, entre otras– se han posicionado ya gracias a que cuentan con know how, tecnología, asistencia técnica y una vasta red de proveedores –que incluye llantas, accesorios y refacciones–.

“El que adquiere un coche nuevo hoy será un cliente potencial dentro de dos o tres años (para estas franquicias)”, señala Esquivel, quien agrega: “esto genera una gran oportunidad para aquellos emprendedores que deseen tener un taller de servicio automotriz 100% profesional. Y como (en realidad) sólo algunas empresas se mueven en un ambiente de excelencia, son pocos los competidores”.

Así, la exigencia de ofrecer servicios más eficientes se debe, en primera instancia, a que los automóviles son cada vez más sofisticados y requieren un diagnóstico acertado. Igualmente, el endurecimiento de las leyes ecológicas que rigen la operación de vehículos en varias ciudades del país obliga a los talleres a estar a la vanguardia con herramientas y equipos modernos. 

En manos de expertos

Enrique Alcázar, consultor en franquicias y presidente de Grupo Alcázar & Compañía, explica que hay 10 categorías en el mundo de las franquicias en México con más de 90 giros. Una de esas categorías es la Automotriz, que representa apenas el 4% de las 1,400 marcas franquiciantes que se encuentran en el país. Dentro de este segmento automotor existen seis áreas: talleres mecánicos, boutiques para autos, renta de vehículos, refaccionarias, comercializadoras y autolavados. Y son alrededor de 12 marcas las que comercializan franquicias de talleres mecánicos en la República con más de 300 puntos de venta.

SpeeDee, por ejemplo, consiste en un modelo que opera en un local de 600 metros cuadrados y una inversión inicial de hasta $3.5 millones (con una cuota de franquicia de US$25,000) e incluye todo para la puesta en marcha del negocio: infraestructura, equipo, mobiliario, capacitación, etc. “El programa de flotillas es una de nuestras grandes fortalezas. De hecho, el 30% de los ingresos se generan a través de los convenios que el corporativo ha concretado en favor de los franquiciatarios con este tipo de clientes”, apunta Christian Alva, director de Operaciones de SpeeDee. 

En Power Service el espacio mínimo para operar es de 250 metros cuadrados, con una inversión inicial de US$107,500 y una cuota de franquicia de US$19,500; esto sin tomar en cuenta el terreno y, en el caso de que estuviera baldío o con alguna obra civil que pueda remodelarse, el costo bajaría considerablemente. “Un taller existente lo podemos convertir en una de nuestras franquicias con una estrategia integral que contempla desde la recepción del automóvil hasta la posventa”, aclara Alfonso Torres, gerente de Franquicias de Power Service.

Mientras que en Grease Monkey se necesita un lugar de 600 metros cuadrados e inyectar US$320,000 más la cuota de franquicia de US$30,000. La marca también promueven un modelo de 260 m2, ideal para ubicarse en centros comerciales (con una inversión de US$300,000). “Nosotros atacamos el volumen. Gracias a nuestro sistema de trabajo hemos llegado a recibir hasta 170 carros en un solo día”, sentencia José Sada, director de Franquicias de Grease Monkey México. 

En cuanto al personal para arrancar sería un gerente y dos técnicos mecánicos automotrices. Luego, se sumarían un asesor y una cajera. Por otro lado, los servicios más solicitados son: lubricación, afinación, cambio de aceite, frenos y amortiguadores. Mientras que algo que llama la atención es que ya son más clientes mujeres (55%), de entre 25 y 50 años principalmente, que hombres; y es un mercado en crecimiento. El ticket promedio va de los $2,500 a $3,000 y las oportunidades para emprender están en todo el país.

Las regalías son de 7%, 6.5% y 5% en Power Service, SpeeDee y Grease Monkey, respectivamente. En tanto el retorno de la inversión se espera entre los tres y cuatro años, en promedio. Y la utilidad neta mensual oscila entre 23 y 25%. En SpeeDee, por ejemplo, las ganancias mensuales antes de impuestos son de $130,000. Sin embargo, las ventas pueden variar mucho, dependiendo del nivel de maduración de cada centro de servicio automotriz, su ubicación, capacidad de atención, entre otros factores.

“Aunque tienes que hacer una inversión fuerte al inicio, posteriormente los gastos operativos no son tan altos y eso te permite rentabilizar muy bien tu taller de servicio automotriz”, afirma Alcázar, quien recomienda entrevistarse con algunos franquiciatarios para saber cómo les ha ido en su establecimiento, así como acercarse a las franquicias que faciliten el acceso a fuentes de financiamiento para emprender o crecer.

Fuente Soy Entrepreneur

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